Empujada por la disminución de sus fieles, la iglesia protestante de Brookville en Long Island tuvo que encontrar una solución para afrontar los gastos económicos relacionados con el mantenimiento del edificio. En 2006 decidió alquilar la iglesia a una comunidad judía para que el edificio pudiera ser también una sinagoga y luego a una comunidad musulmana para convertirlo en un centro de estudio del Corán.

 

Pero esta relación arrendador-arrendatario, bajo el ímpetu de un clero poco ortodoxo, pronto se convirtió en una aventura de por vida tanto para los líderes religiosos como para los seguidores de las tres religiones.

El doctor Sultan, el rabino Stuart y la reverenda Vicky, bajo una apariencia de conformismo, son en realidad tres rebeldes que comparten un respeto y una curiosidad ilimitados por la espiritualidad del otro a riesgo de enojar a sus respectivas jerarquías. Juntos buscan promover el entendimiento mutuo, el intercambio de experiencias, la construcción de una paz duradera y el compromiso voluntario al servicio común. Cada grupo mantiene su propia identidad religiosa, pero fomenta un ambiente abierto para transmitir, aprender, celebrar y honrar cada religión.  

 

Es dentro de este campus que acogen y orientan en particular a parejas multiconfesionales, pero también a parejas de la comunidad LGTBQ.